Buscar este blog

Sexualidad en personas con discapacidad intelectual

 

Infórmate:

Según (Losada y Muñiz. 2019), cuando se estudian los estereotipos asociados a la sexualidad de dicho grupo poblacional, se pueden encontrar diversas clasificaciones, que se categorizan como mitos referidos a la asexualización, la sobresexualización y sobre el temor a la reproducción de las personas con discapacidad. Los prejuicios relacionados con su sexualidad oscilan en los extremos de creer que por su condición no presentan necesidades de afecto y vida sexual, son como niños o que, por su sexualidad, que esta exacerbada, no tienen control.


 No existen diferentes sexualidades, es decir que no hay una sexualidad específica para los niños/as, los adultos/as o de las personas con discapacidad; sino que la sexualidad es una sola: la sexualidad humana, que se manifiesta de diversas maneras según las etapas de nuestra vida. Por lo tanto, se concluye en que todos y todas somos seres sexuados y en consecuencia, ésta forma parte integrante a lo largo de la vida. Desde esta perspectiva, se concibe a la persona con discapacidad como un ser sexuado con derecho a vivir su sexualidad a pesar de su condición física y/o mental.

El propósito de desmitificar estas ideas  es brindar herramientas necesarias para que se inicie la educación sexual desde edades tempranas, y lograr como objetivo formar hombres y mujeres capaces de sentirse independientes para poder vivir plenamente dentro de la sociedad, sin sentirse limitados por su condición física o mental.

 Cuando se hace referencia al abuso sexual, se habla de todas aquellas situaciones en las que una persona se ve envuelta en actividades o relaciones sexuales que no quiere y no ha consentido o no entiende. Dichas relaciones se basan en la gratificación de quien sea el abusador, el cual suele situarse en una posición de poder, ya sea por edad, posición o rol social


Los niños con discapacidad intelectual sufren con mucha más frecuencia estos abusos, especialmente en edades que se comprenden entre los 6 y 11 años. Este riesgo va en aumento hacia la adolescencia y continúa también en la vida adulta, con respecto al género, encontramos que las chicas con discapacidad intelectual tendrían más riesgo de sufrir abuso sexual, mientras que en los varones predomina el abuso físico o la negligencia. En cuanto a los contextos, estos son muy variados. En ámbitos residenciales o institucionales se incrementa el riesgo, y los abusos más frecuentes son llevados a cabo por los cuidadores o personal que está en contacto directo y continuo con estas personas

Por eso debe infórmate y estar al pendiente de tu hijo con esta condición, para le puedas enseñar de una manera adecuada a cuidar su cuerpo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Qué es la discapacidad intelectual?

Para abordar la discapacidad intelectual primero tenemos que saber que es una discapacidad Según ( Lobera et al. 2010),  la discapacidad es ...